Menú
Suscripción

Lo mejor que tenemos

Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Ni siquiera los tradicionales cenizos, pesimistas por naturaleza y abundantes en cualquier oficina del sector, auguraban una situación social en la que fuera necesario tirar de humanidad para no quedarse a la zaga abrumados por la pesadez y el desánimo.

  • Última actualización
    05 enero 2021 11:18

En estos días todos nos encomendamos a la Santa Confianza. Hartos como estamos de mostrarnos pesimistas, incrédulos y desconfiados, el ánimo nos pide que miremos adelante con otra perspectiva.

“Confío en que en un par de meses …”. “A ver si pronto…”. “Ojalá podamos…”. Así, en forma de mantra, vamos invocando a la fortuna para ver si se produce un cambio en el guion que nos permita retomar la bendita normalidad que tanto añoramos… y de la que tan hartos estaban muchos, todo hay que decirlo.

Nosotros iniciamos el año con energías renovadas, y no es un tópico. Después de nueve meses de intenso trabajo y desgaste, tenemos la sensación de que lo que está por venir tiene que incorporar alguna cuesta abajo o, como mínimo, algún llano que nos permita estirar las piernas.

Muy posiblemente todavía nos queda atravesar algún momento realmente complicado, pero queremos creer que la dinámica va a empezar a cambiar. Esa convicción, que nace únicamente desde el fondo de nuestra condición personas, es la que nos va a permitir afrontar el futuro de una forma diferente. Y estamos empeñados en contagiar esta sensación a todas las personas que nos siguen, que son muchas, por cierto.



Tenemos claro que vamos a ser una pieza clave en la recuperación económica, pero también somos conscientes de cuál es nuestro papel en la recuperación social asegurando el bienestar de las personas a través de una tensión adecuada y eficiente de la cadena de suministro

Ya lo hemos dicho en más de una ocasión, el sector logístico ha demostrado que su condición de “esencial” no es un brindis al sol, como también ha dejado claro que huye de protagonismos obscenos e innecesarios porque siempre está ahí, dispuesto y preparado para afrontar cualquier situación.

Si analizan con detenimiento los grandes acontecimientos mundiales de la historia moderna, todos ellos han contado con el protagonismo indirecto o directo del sector logístico. Algo estaremos haciendo bien cuando la población confía en nosotros si la cosa se tuerce.

Se puede desconfiar de los políticos, del sistema económico, de las decisiones tomadas por el bien general, del sistema judicial… pero conviene tener un mecanismo logístico bien engrasado porque es garantía de tener la oportunidad de conseguir todo aquello que consideramos que es esencial.

Pese a todo, tenemos que dar gracias a este año que hemos dejado atrás porque nos ha obligado a reinventarnos o, como mínimo, a tener la certeza de que también sabemos hacer las cosas de otra forma.

Tenemos claro que vamos a ser una pieza clave en la recuperación económica, pero también somos conscientes de cuál es nuestro papel en la recuperación social asegurando el bienestar de las personas a través de una tensión adecuada y eficiente de la cadena de suministro.

Les animo a levantar la mirada para tratar de proyectar un futuro lleno de optimismo. Deseo profundamente que los Reyes Magos les hayan dejado toneladas de ánimo y la convicción de que vamos a salir adelante más pronto que tarde.