Para llegar hasta la explotación de la Terminal de Vicálvaro el camino pasa de forma obligada por la Terminal de Madrid-Abroñigal. Tal y como ha venido informando en los últimos meses Diario del Puerto, Adif ha diseñado un concurso para que el futuro explotador de la Terminal de Vicálvaro asuma con carácter previo y durante un año la gestión de la Terminal de Madrid-Abroñigal, para en este plazo proceder a su clausura y llevar a cabo el traslado de toda la actividad a Vicálvaro.
Gestionada en estos momentos por la UTE Tilo, integrada por Renfe Mercancías y Transervi, Abroñigal tiene una superficie en torno a los 120.000 metros cuadrados con hasta 14 vías de 700 metros. Tiene un tráfico anual en el entorno de los 90.000 UTIs, según los datos hechos públicos recientemente por Adif.
El contrato de explotación de Abroñigal finaliza este mes de octubre, de tal forma que el objetivo de Adif es que el nuevo adjudicatario gestione la terminal de Abroñigal del 27 de octubre de 2024 hasta el 27 de octubre de 2025, para iniciar la actividad en Vicálvaro a partir del 28 de octubre de 2025.
En el concurso de licitación hecho público por Adif, este periodo de 1 año de gestión de Abroñigal se denomina Fase A y no tiene compromisos de tráficos mínimos pero sí el pago de una renta fija de 446.121 euros, así como una renta variable por cada UTI manipulado que asciende a 1,55 euros/UTI. Como quiera que en Vicálvaro la renta variable serán 6,92 euros/UTI, queda evidente que los términos son más ventajosos en Abroñigal dado su establecimiento como condicionante para optar a Vicálvaro.