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Que veinte años no es nada

11-S. Pocas combinaciones de cifras y letras son tan recordadas como efeméride como la que forman el día 11 y el mes de Septiembre. Todos recordamos dónde estábamos y qué hacíamos aquel día de 2001 que cambió el curso de la historia. Este próximo sábado se cumplirán 20 años del ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York y el mundo ya no es el mismo, aunque algunas cosas parecen empeñarse en no cambiar. Léase Afganistán. 

  • Última actualización
    06 septiembre 2021 16:00

Pocos días después del atentado, una coalición liderada por Estados Unidos invadió el país asiático para liberarlo  a las pocas semanas del régimen talibán. Ahora, pasados 20 años, los talibanes recuperan el poder y con ellos,vuelven  los temores en Occidente sobre una posible  escalada de tensión que acreciente el riesgo de atentados islamistas dentro y fuera de la región.

El  11-S tuvo indudables consecuencias en la forma de viajar y comerciar. Tras los atentados, se extremaron  las medidas de seguridad en la entrada de pasajeros y mercancías en Estados Unidos y nació la figura del C-TPAT (Customs and Trade Partnership Against Terrorism) para otorgar el sello de seguridad a las importaciones, así como la CSI (Container Security Initiative, AMR (Advanced Manifest Rule) o SST (Smart and Secure Trade Lanes). 

Pero una de las principales figuras surgidas con el objetivo de aplicar medidas de seguridad más rigurosas y eficaces y facilitar el flujo de mercancías en el comercio internacional fue la del Operador Económico Autorizado (OEA), que apareció en Europa en 2005. No fue sólo el crecimiento del comercio mundial, sino también los atentados del 11 de septiembre de 2001, los que centraron la atención de las aduanas en las posibles amenazas futuras a la seguridad bajo la premisa de que era necesario reforzar la seguridad en la cadena de suministro, pero sin afectar a la fluidez del comercio internacional.

Vistos los cambios de todo tipo acaecidos en estos últimos 20 años, los próximos 20 se presentan impredecibles, por mucho que los humanos necesitemos certezas para seguir andando el camino. ¿Veremos en el futuro más amenazas a las cadenas de suministro globales?

El que los ataques terroristas del 11-S pusieran al mundo en alerta sobre la seguridad de la cadena de suministro, no significa que hasta entonces dicho problema fuera inexistente. Más o menos complejas, las cadenas de suministro, mucho antes incluso de que se acuñara el término, eran objeto de disrupciones   naturales o provocadas por el hombre. La piratería es un ejemplo.

Las instalaciones y medios de transporte son frecuentes objetos de ataques, bien por motivos políticos o puramente lucrativos. Las catástrofes naturales revelan también la vulnerabilidad de los sistemas de transporte y logística, y ya en tiempos más recientes  la nueva amenaza de la ciberdelincuencia, con el intercambio electrónico de datos convertido en una parte cada vez más crítica de las cadenas de valor interconectadas, ha incrementado las preocupaciones sobre la seguridad de la cadena de suministro.

Vistos los cambios de todo tipo acaecidos en estos últimos 20 años, los próximos  20 se presentan impredecibles, por mucho que los humanos necesitemos certezas para seguir andando el camino. ¿Veremos en el futuro más amenazas a las cadenas de suministro globales y a los grandes hubs logísticos? ¿Prevén los expertos ciberataques que causen importantes daños en la logística y el transporte? ¿Cuál es la mejor manera de garantizar  la seguridad? ¿Provocarán estas medidas costes añadidos o una ralentización de la cadena de suministro? ¿Habrá más pandemias?

“Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada...” , cantaba Gardel.