Puerto y ciudad, ¿hay relación más simbiótica?
Las últimas semanas he tenido la oportunidad de entrevistar a varios directivos portuarios de Huelva, Cartagena y Valencia. Todos ellos han confirmado (y subrayado) la prioridad absoluta que tienen sus respectivas autoridades portuarias por ser la mejor de las herramientas al servicio de la actividad económica de sus territorios; por ser la locomotora de la recuperación en el actual escenario de crisis económica derivada de la pandemia. Sin titubeos, sin dudas, sin fakes: lo dicen porque lo creen así. Porque lo sienten así.
- 25 enero 2021 01:00
- Última actualización
21 enero 2021 16:26
Hace tiempo que las autoridades portuarias responden con datos claros (y contundentes) ante los comentarios capciosos de algunos que no conciben (o no quieren hacerlo por gusto y porque le sacan rédito al asunto) que los puertos exigen inversiones que retornan a la sociedad de manera multiplicada.
A los silencios incómodos de hace algunos años -con los que estoy segura que se pretendía no dar crédito a las opiniones ajenas al sector que castigaban a los puertos, y de paso a sus comunidades portuarias, con medias verdades y embustes-, se contraponen las palabras francas de las nuevas directivas y directivos portuarios que han optado por el diálogo abierto con la sociedad frente al ostracismo.
Inteligente decisión teniendo en cuenta que estamos en pleno siglo XXI, que las generaciones digitales se hacen mayores y que la transformación digital no debe quedarse solo en el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain, la robotización, la automatización de procesos, los vehículos no tripulados o el uso de drones. La transformación debe ser completa porque ya no nos comunicamos como hace 30 años. Es que ya no nos comunicamos como hace 15, así que, más transparencia y accesibilidad a los datos. Eso es lo que pide la sociedad. Y los puertos están liderando esa aventura dentro de la Administración pública. Al menos así lo siento. ¿Es posible que me ciegue el cariño al sector y sus gentes? Es posible. ¿Que hoy el sector es más abierto y accesible que hace 20 años? Pues también.
Lo que está claro es que los principales puertos españoles, y tomo como ejemplo Huelva y Cartagena, están concienciados, saben de su responsabilidad con la sociedad y derriban los muros que antes les separaban de la ciudadanía
Lo que está claro es que los principales puertos españoles, y tomo como ejemplo Huelva y Cartagena, están concienciados, saben de su responsabilidad con la sociedad y derriban los muros que antes les separaban de la ciudadanía.
Los puertos han sido decisivos en la historia de sus ciudades, han guiado su desarrollo y hasta su personalidad. Así que no es de recibo que el diálogo no exista. Además, los proyectos de integración Puerto-Ciudad, así como los medioambientales, son transversales dentro de las autoridades portuarias. Todos los departamentos los tienen en cuenta al redactar sus proyectos o actuaciones y los planes estratégicos los mencionan con orgullo.
“En nuestro empeño de acercar el puerto a la ciudad, es muy importante para nosotros colaborar con las entidades sociales, culturales y deportivas. Consideramos que desarrollar una política de RSE es de vital importancia para revertir los beneficios del Puerto en el bienestar de los ciudadanos y el crecimiento del tejido económico y social del territorio”, me explicaba Pilar Miranda, presidenta del Puerto de Huelva, en la entrevista hace 10 días.
“Cartagena no puede crecer de espaldas al mar y tenemos la oportunidad de hacer una ciudad más moderna y mediterránea”, me aseguraba la presidenta del Puerto de Cartagena, Yolanda Muñoz, por su parte.
Y son dos ejemplos (seguro que tendría otros 26 más). Para que luego digan que si los puertos van a su rollo...