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Por qué no van a cesar a ningún ministro

A la exministra de Fomento Magdalena Álvarez no se la llevó por delante el ser la primera ministra de la democracia en recibir la reprobación de las Cortes Generales. Es más, nada más obtener este voto de censura por parte del Senado en diciembre de 2007, el PSOE volvió a ganar las elecciones y el presidente Zapatero la confirmó en el cargo.

  • Última actualización
    12 enero 2021 20:39

Ahora bien, doña Magdalena no resistió la nevada en Barajas de enero de 2009. Cuando Zapatero acometió la renovación de su gabinete dos meses después, la mano derecha del presidente, José Blanco, fue designada para ocupar el sillón de la ministra, cuya fama de mal carácter ante la opinión pública se superó con creces en las explicaciones dadas por un temporal que indignó a la sociedad pero que, ojo, cerró el aeropuerto durante apenas cinco horas y, eso sí, dejó paralizados a cientos y cientos de ciudadanos en sus vehículos particulares en las principales vías de circunvalación de la capital durante más de 12 horas.

Para doña Magdalena, no lo olvidaremos, la culpa la tuvieron los meteorólogos, que decían que iba a nevar en Guadalajara y no previeron que el temporal se desviaría 40 kilómetros. En fin, mejor no comentar lo que suponen 40 kilómetros en la estratosfera.

Hoy, cuando en Madrid recordamos esa nevada de 2009, por entonces la mayor de la década, nos da la risa, se lo prometo. Y es que lo vivido desde el viernes es la mayor nevada pero en 50 años y, 72 horas después de que se haya marchado “Filomena”, la mayoría de los vecinos de la capital todavía seguimos incomunicados, con apenas un puñado de arterias abiertas, pero con la mayoría de calles con hasta medio metro de lo que ya es hielo.

Los colegios van a permanecer cerrados una semana entera; los primeros autobuses urbanos han tardado tres días en comenzar a operar y aún tardarán muchos más días en recuperar la totalidad del servicio; Barajas ha estado no cinco horas, sino dos días completamente cerrado y al cierre de esta edición seguía sin recuperar la plena operatividad; el tráfico ferroviario de mercancías no ha estado interrumpido unas horas sino que igualmente no se ha comenzado a retomar hasta tres días después de que se suspendiera; los principales centros logísticos de la región comenzaron a quedar liberados en todos sus viales a lo largo de la jornada de ayer, tras cesar su actividad el viernes...

En suma, hemos vivido un “terremoto” histórico que, en cambio y por contraposición, vemos que no se va a llevar a ningún ministro por delante. ¿Por qué?

En primer lugar, querida doña Magdalena, esta vez la meteorología “acertó” de pleno y con ello la previsión; en segundo lugar, existe el convencimiento de que se han puesto a disposición del temporal todos y cada uno de los medios existentes, con un destacado nivel de transparencia ante la opinión pública; y en tercer lugar, donde no se ha llegado se demostró que es, ante todo, por males estructurales, no coyunturales, caso de los camioneros y la ausencia de áreas de descanso preparadas, siendo la crítica más que necesaria a este respecto, pero de una profundidad que se aleja del momento concreto.

En todo caso, doña Magdalena, y lo digo con toda contundencia, si hoy seguimos teniendo los mismos ministros que el viernes es gracias a usted. Sus errores en 2009 mostraron el camino a los que vinieron después para saber qué hacer, para saber qué no hacer y, sobre todo, para trasladar correctamente a la opinión pública qué se está haciendo y transmitir seguridad y eficacia.

Más allá de lo que ha hecho este Gobierno, está el cómo lo han contado y en eso han sacado buena nota. Al fin y al cabo, a doña Magdalena lo que le perdió fue siempre la lengua... y las formas.