La libertad de expresarnos, de comunicar nuestros pensamientos y anhelos (tanto a viva voz como a través de nuestros actos), nos define. Somos lo que decimos y lo que callamos -que también es decir-.
Valemos lo que pronunciamos en voz alta y lo que silenciamos por prudencia, miedo o pura educación(sí, tener opinión -obviamente todos tenemos una- no significa que tengas que ir dándola a todas horas y ¡sin que te la pidan! #abajoloscansinos #nomedeslecciones). Por eso, porque muchas veces no ganas nada y puedes llegar a perder lo indecible, es de destacar lo que muchas personas hacen por el simple hecho de sentir la necesidad de poner en valor a su gente, a su equipo. Que muchos jefes se creen que sólo juegan ellos en el día a día de su empresa y, pese a lo que digan o piensen, eso es simplemente mentira. Los líderes son importantes, los emprendedores loables, pero sin su gente, sin sus currantes, sin sus mandos intermedios, no llegarían tan lejos como lo hacen.Porque las sinergias que genera la plantilla son fundamentales.
¿Y por qué les cuento esto? Pues porque el pasado viernes Francisco Toledo, presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, se reunía con los medios de comunicación para hacer balance del ejercicio 2019. Iba a hablar de los aspectos financieros de la entidad, de su gestión durante el cuatrienio, de los tráficos portuarios del año pasado y de las previsiones para 2020. Y para hacerlo se rodeó de dos de sus personas de confianza: Ana Ulloa y Maritina Vidal, directora y jefa del área de gestión de PortCastelló, respectivamente. Pero no sólo eso, sino que las mencionó en varias ocasiones a lo largo de su exposición y lo hizo porque sentía que debía hacerlo, porque los buenos resultados económicos del Puerto (más de 10 millones de beneficios en 2019 a pesar de haber reducido los ingresos por las rebajas de tasas efectuadas en pro de la competitividad de la comunidad portuaria) han sido posible no sólo por su gestión, sino por el trabajo de Ulloa y Vidal, del departamento de Comunicación (Rincón y Arrufat) y de todos los que integran la Autoridad Portuaria. “No sólo trabajan muy bien y le dedican mucho tiempo, es que tienen un atributo que no puedo describir de otra forma que no sea con la palabra griega ‘Meraki’ (que sería algo así como poner alma y amor en lo que haces dejando un pedazo de ti en tu trabajo)”, subrayó Toledo. Olé. ¿Cuántos líderes de equipo hacen eso porque sí (sin mediar evento especial, of course)?
Además, reclamó la inclusión del Puerto de Castellón en el grupo 2 del marco de actuación de Puertos del Estado, para poder contar con más personal, e incorporar a los mejores, y poder pagar más a los que ya están en PortCastelló.
Los responsables de las instituciones públicas quedan por lo que hacen aunque deberían quedar aún más por lo que dejan pendiente. Así se lo tomarían más en serio todos. Porque hace un tiempo hubo quienes se lo tomaron a jauja y dejaron las arcas vacías, llenas de deudas e impagos. Hoy, los que han llegado a los puertos lo han hecho para sanearlos, generar nuevas oportunidades de negocio y facilitar la competitividad de los sectores productivos de su región. Lo tienen claro y no lo olvidan. Y como muestra, un botón: este fin de semana los presidentes de las tres autoridades portuarias de la Comunitat Valenciana, se embarcaron en la misión empresarial e institucional de la Generalitat a Marruecos. ¿Por gusto? Pues no creo. Lo hacen por responsabilidad y compromiso con los operadores (productores, exportadores, logísticos, etc.) que necesitan confirmar que existe la masa crítica que llenará buques y garantizará que la línea (nueva a ser posible) sea sostenible. ¿Qué mejor manera de mostrar interés que acudir a las reuniones con el principal nodo de distribución como aliado? No la hay.
