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"No somos héroes, ni queremos serlo, tan solo deseamos seguir cumpliendo con nuestro deber"

El presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), Carmelo González, publicó ayer una carta abierta ante el duro momento que atraviesa el sector del transporte por la crisis del coronavirus, en la que recuerda que "no somos héroes, ni queremos serlo, tan solo deseamos seguir cumpliendo con nuestro deber".

  • Última actualización
    27 marzo 2020 00:16

En su carta, cargada de espíritu reivindicativo, González no obstante pide "que nadie piense que somos oportunistas y que queremos aprovechar este momento para reivindicar determinadas cuestiones, ya que, como muchos sabrán, algunas de ellas vienen de largo. Estamos viviendo momentos críticos, duros y muy difíciles en lo personal y en lo profesional, de los que no saldremos sin un gran esfuerzo por parte de todos y cada uno de nosotros. Pero de esta, sin duda que saldremos", afirma convencido el presidente del CNTC.

Por eso, en primer lugar, González pone en valor el papel que está ejerciendo el Ministerio de Transportes. "Es justo poner en valor el nivel de intermediación que se nos ha proporcionado desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana desde el primer momento. Gracias a él, canalizamos todas las inquietudes, demandas, dudas, a veces miedos, en definitiva, preguntas que desde el sector del transporte de mercancías nos hacemos para conseguir mantener sanos y seguros a nuestros conductores y en marcha a unas empresas cuya actividad diaria es imprescindible. En este sentido, también es honesto reconocer que, en la medida de lo posible, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha ido haciendo caso a nuestras demandas", destaca González.

No obstante, el presidente del CNTC recuerda que "es un hecho constatable la caída de la demanda de trabajo de una parte muy importante de nuestras empresas, bien porque la actividad de nuestros clientes ha cesado (automoción, por ejemplo), bien porque su consumo se reduce a causa del confinamiento (combustibles) o bien porque se tratan de productos no imprescindibles, cuyo transporte se hace menos necesario en estos días. Pero muchos seguimos rodando, y para que siga siendo así, es preciso poner en valor a todo el sector".

Por eso, Carmelo González afirma que "no somos héroes, ni queremos serlo, tan solo deseamos seguir cumpliendo con nuestro deber, que no es otro que el de mantener el suministro que la sociedad reclama en estos momentos de gran dificultad, al tiempo que garantizamos la supervivencia de nuestras empresas y con ello de los puestos de trabajo de nuestros empleados, verdaderos brazos armados de nuestra actividad. Pero para que todo esto ocurra, necesitamos que se nos escuche y se atiendan nuestras reivindicaciones".

Reivindicaciones

La primera de ellas tiene que ver con los ERTEs. González lamenta que "las circunstancias especiales por las que atravesamos han llevado a que algunas empresas se hayan visto obligadas a acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo. Lamentablemente, a las empresas de transporte no les están dejando aplicar el concepto de ‘fuerza mayor’, aunque su actividad se haya visto completamente reducida porque nuestros clientes hayan cerrado (a ellos sí que se les permite acogerse a la ‘fuerza mayor’), o porque nuestra actividad sea incompatible con las medidas adoptadas por el Gobierno".

La segunda tiene que ver con la "urgente necesidad de equipar a nuestros profesionales de los equipos de protección individual (mascarillas, guantes, gafas, geles, etc.) con los que reducir, de alguna manera, su exposición al contagio durante el desarrollo de su jornada laboral, antes de que podamos quedarnos sin conductores, poniendo en grave peligro la distribución de productos que son absolutamente necesarios para todos".

González acaba su carta asegurando que "de las medidas económicas no hablo, porque, desgraciadamente, nada sé, salvo los anuncios, que en eso quedan de momento, sobre avales, líneas ICO, etc. sin las cuales nuestra situación empresarial estará abocada a la paralización, al ser inviable la continuidad de la actividad empresarial", no sin advertir como conclusión que "por si a alguien le quedaba alguna duda: ¡Seguiremos rodando!".