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La dicotomía del querer

No sé si a ustedes también les pasa o es sólo cosa mía, pero el momento de regresar de las vacaciones se me está pareciendo cada vez más al inicio de una nueva temporada de la serie de turno.

  • Última actualización
    06 septiembre 2019 16:28

Tras dejar en suspense algunos de los principales hilos argumentales de la trama en julio (todo el mundo desaparece y la actividad efectiva de los legisladores es una utopía), la serie regresa en septiembre con inquietantes (bueno quizás me he venido un poco arriba con lo de inquietantes pero es por darle un rollo  teaser) preguntas por responder: ¿Habrá nuevos personajes? ¿Se nos desmontará el organigrama conocido? ¿Dónde se producirá el siguiente giro de guion? ¿Habrá más huelgas de las previstas? ¿Las previsiones económicas se van a cumplir? ¿Nos creemos lo de los tráficos portuarios en ascenso o lo de la recesión que avanzan los expertos economistas? Hay mucha tela que cortar. Además, el nervio por ver por dónde andará la cosa en este nuevo arranque de la actividad está ahí. Sobre todo después de lo que hemos estado leyendo en verano sobre la Ampliación Norte, la Terminal Norte de contenedores, los impactos medio ambientales, el Acceso Norte, las playas, los cruceros  y, alucinen, la necesidad de descubrir cuál es la capacidad de absorción crucerística de Valencia como ciudad. En serio. Algunos políticos valencianos señalan que urge conocer cuántos cruceristas pueden deambular por nuestras calles, ¡el número concreto!, no vaya a ser que lleguen muchos de golpe e implosionemos. Eso sí, de los turistas que llegan en avión a diario no se preocupan. Esa contaminación no parece ser relevante. Por cierto, el Aeropuerto de Valencia está en pleno despegue de pasajeros, nuevas rutas, más asientos confirmados, así que... tengan cuidado en Aena que, en cualquier momento, irán a preguntarles por la Huella de Carbono que dejan sus usuarios y sus instalaciones, que cuántos llegan y por qué... ¿O no lo harán? ¿Qué creen? Lo mismo como no es cosa del puerto...En fin, que hemos vuelto pero la cantinela es la misma: puerto y transporte, mal; entregas de mis compras online en el día, bien. Agotador.Por otro lado, una buena noticia, el Consejo de Ministros autorizó el viernes al ministerio de Fomento a licitar, a través de Adif, las obras para el nuevo acceso ferroviario de mercancías al Puerto de Sagunto así como las mejoras en su conexión con el Corredor Mediterráneo y el Corredor Cantábrico Mediterráneo. ¡Bien! Lo malo es que el nuevo trazado, que tiene como objetivo la  conexión directa del Puerto de Sagunto con el Corredor Mediterráneo, se proyecta en vía única electrificada de ancho mixto (con tercer hilo) hasta las instalaciones auxiliares del puerto. Habrá otros dos ramales que confluirán en éste que serán los enlaces para el acceso de la línea Valencia-Tarragona por los lados sur y norte hacia el puerto.Así que invertiremos más de 20 millones de euros en una obra que estará dentro de año y medio y que nacerá con unas limitaciones ya detectadas. Una pena, pero... las infraestructuras ferroviarias en España están avanzando así: atendiendo las necesidades de la ciudadanía y empresas a medias porque está claro que, cuando se ponga en marcha, se podrá responder eficazmente a las necesidades de los clientes actuales (a ver si alcanzamos el primer puesto en Anfac), pero ¿y qué pasa con las mercancías que llegarán? Si queremos incrementar la cuota del ferrocarril, tendremos que poder contar con medios para hacerlo, ¿no? Por cierto, como habrán podido observar les escribo y es lunes. No es que nos haya dado un ay es que, a partir de ahora, los lunes serán mi día. Arranquemos la semana juntos, ¿les parece?