Una nueva edición de Seatrade Cruise Global ha llegado a su fin. Es ya la 35 edición de un salón que ha sabido, como ningún otro, convertirse en el punto de reunión de referencia de la industria crucerística a nivel internacional.
Los puertos españoles lo tienen claro desde hace ya unos años. Y así lo demuestran edición tras edición, acudiendo a la cita. Generalmente en Miami, como este año. Pero también en Fort Lauderdale o, en sus orígenes, en Nueva York.
Pero la singularidad de esta feria no acaba aquí. Seatrade Cruise Global es también una feria diferente porque, a diferencia de otros sectores los puertos no compiten entre ellos. O al menos no siempre. Claro que existe competitividad para atraer a las mejores navieras, a más barcos, a los más exclusivos y novedosos. Pero también existe mucha cooperación porque en la industria del crucero a veces a los puertos les sale más rentable cooperar que competir. Para crear una ruta atractiva para las compañías marítimas, por ejemplo. O para dividir operativas de embarque y desembarque que de otro modo no serían sostenibles para el territorio.
Y esto es lo que hacen los puertos españoles en Seatrade Cruise Global. En algunos momentos compiten. Pero en muchos, colaboran. Y eso hace que el ambiente que se respira en la feria sería más sano que en el de otros eventos vinculados con el sector marítimo-portuario.
Este espíritu de colaboración fue remarcado en la feria por el nuevo presidente del ente público Puertos del Estado, Salvador de la Encina, que con su presencia en el evento quiso respaldar la labor que todos los puertos españoles están llevando a cabo. De la Encina no dudó en subrayar, como han podido leer en este Diario, la importancia que una industria como la crucerística tiene para nuestro país. Es algo repetido hasta la saciedad pero a veces parece que el mensaje no cala entre algunos grupos de población que ven a los cruceros como el malo malísimo de una película en la que, en realidad, no son los protagonistas.
Este año en Seatrade Cruise Global, como ya ocurrió en la anterior edición, celebrada en marzo de 2018, sostenibilidad ha sido uno de los conceptos más repetidos. Y también, la preocupación de toda la industria crucerística por transmitir una imagen amable en todos los destinos. Especialmente en aquellos en los que el ambiente está enrarecido con respecto a los cruceros.
La industria de cruceros manda continuos mensajes centrados en su apuesta por la sostenibilidad. Tanto la medioambiental como la social. En el primer ámbito, las navieras están dando pasos importantes de la mano de la tecnología. Esta se ha convertido en la gran aliada al permitir la construcción de buques menos contaminantes. En el segundo ámbito, el social, las compañías marítimas, los puertos y también los destinos deben colaborar aún más estrechamente para seguir buscando fórmulas que laven la imagen que los cruceros tienen en algunas ciudades y entre algunos grupos de población.
Decía unas líneas más arriba que los cruceros no son los protagonistas de la película en la que el turismo desborda a las ciudades. Y es cierto. Solo hace falta comprobar las estadísticas para darse cuenta de que en muchos casos -y me refiero a algunas grandes ciudades europeas- los cruceristas son un pequeño porcentaje de todos los turistas que pasan por estas urbes. Y no son, ni de lejos, los que dejan menos ganancias a sus habitantes. Tampoco los que más ensucian o los que más jaleo provocan.
Hace ya un par de años que las navieras parecieron concienciarse de la necesidad de comunicar al gran público los aportes de este sector a la sociedad y su implicación, y preocupación, para gestionar junto con los destinos, las externalidades negativas que pueda generar esta actividad. Sin embargo, aún falta mucho trabajo en este sentido.
Con la 35 edición de Seatrade ya finiquitada, solo queda esperar que en la 36 edición, que volverá a ser en Miami dentro de un año, estas comunicaciones que las navieras y puertos quieren transmitir a la sociedad hayan calado más hondo.
Por lo demás, este año Seatrade Cruise Global ha vuelto a poner de manifiesto el dinamismo del sector y el buen momento por el que pasa. La próxima cita para tomar el pulso a la actualidad de la industria crucerística será en Hamburgo el próximo mes de septiembre. Allí nos veremos de nuevo.
