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BEST responde con récords de productividad a las nuevas exigencias en la operativa logística

Tras los cambios en la demanda derivados de la crisis del Covid-19 que están viviendo las terminales portuarias, BEST ha demostrado su flexibilidad para atender con absoluta garantía y plena productividad las nuevas tipologías de buques y escalas.

  • Última actualización
    30 junio 2020 15:53

Tanto es así que la terminal ha batido el record semanal en cuanto a movimientos por escala en los meses de mayo y junio, registrando cerca de 8.000 movimientos en la semana 22 y, multiplicando éstos hasta alcanzar los casi 8.500 en la semana 24. En esta actividad destacaron las operativas con tres buques de MSC: “MSC Sixin”, “MSC Gülsun” y “MSC Leanne”.

Todo ello ha sido posible gracias a las inversiones realizadas por Hutchison Ports BEST en sus instalaciones ubicadas en el Puerto de Barcelona, tanto en el número de grúas disponibles y capaces de operar este tipo de buques, como en el sistema operativo a todos los niveles.

La terminal ha mantenido unos rendimientos por grúa situados entre los 35 y los 45 movimientos por hora, “cifras muy superiores a las medias en terminales europeas situadas por debajo de los 25”

Esto ha permitido mantener, de forma constante unos rendimientos por grúa situados entre los 35 y los 45 movimientos por hora, “cifras que son muy superiores a las medias en terminales europeas que se sitúan normalmente por debajo de los 25 movimientos por hora por grúa”, destacan desde la terminal, operando con hasta siete grúas por escala y con medias de más de cinco grúas.

La terminal bate su récord de movimientos durante tres semanas consecutivas.

Por otra parte, los rendimientos, que han superado los 200 movimientos por hora sobre buque en muchos momentos, hacen posible reducir la estancia en puerto, “disminuyendo de este modo los costes portuarios y operativos de los armadores”.

Los expertos, con los que ha tenido oportunidad de hablar este Diario en los últimos meses, coinciden en que existe una tendencia hacia la reducción del número de servicios por parte de las navieras, lo que repercute en la disminución del número de escalas. A su vez, los buques son cada vez más grandes y con mayor capacidad.

Esto se traduce en picos de demanda concentrados en ciertos periodos de tiempo, todo un reto para las terminales portuarias.