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Barcelona y la contaminación política

Seguimos alucinando. Las opiniones son libres. Faltaría más. Lo que no se ha de permitir, y ahí es donde uno lo flipa, es la tergiversación y la mentira. Sobre todo, cuando esa tergiversación, inexactitud, mentira pura y directa, consciente y premeditada, proviene de aquellos que, en teoría, tienen como misión primordial defender los intereses de quienes les eligen y les mantienen: todos nosotros.

  • Última actualización
    16 enero 2020 17:01

El puerto de Barcelona contamina cuatro veces más que la ciudad. La ampliación Norte de Valencia acabará con la flora y la fauna marina desde Sagunto a Cullera. Estas lindezas y otras similares, en nombre de la emergencia climática, se han lanzado a los cuatro vientos como si tal cosa, contaminando para siempre la verdad y las infraestructuras logísticas de primer orden, como el Puerto de Barcelona o el de Valencia. Barcelona, se suma así a los puertos que sufren el ataque infundado, indocumentado y sin voluntad alguna de documentarse, de la ciudad, que no de los ciudadanos.  En nombre de la renombrada emergencia climática se están lanzando falsas afirmaciones de las que sale dañado por un lado el puerto y por otro la propia emergencia climática. No hay mayor enemigo para los grandes problemas que las denuncias exageradas o falsas. Conocer en profundidad un tema y constatar cómo lo atacan, sin fundamento, los que nos han de defender a todos, nos genera un concreto escalofrío. Si esto hacen con las principales estructuras económicas del país… ¿Qué no harán en otros temas? En lugar de ubicar estas vitales infraestructuras al otro lado de la línea roja, donde no se las pueda atacar a la ligera o sin fundamento, la clase política, sin clase alguna, se dedican últimamente a agredirlas de forma continuada a base de ataques directos, tibias y cambiantes declaraciones o ensordecedores silencios, que no sé qué es peor. Hasta hace poco, declaraciones como las que realizó el Ayuntamiento de Barcelona el miércoles, pensábamos que tenían un ingrediente fundamental de ignorancia. Pero no. Por muy cándidos que seamos, no podemos seguir engañándonos. Saben la verdad, tienen los datos y, si no los tienen, hacen todo lo posible por no tenerlos. El daño causado por la rueda de prensa del Ayuntamiento de Barcelona, contando que Puerto y Aeropuerto contaminan cuatro veces más que la ciudad, es irreversible. Por muchos datos que difunda la APB, por mucha nota que se emita con pruebas verificadas, el poso que queda es que el Puerto contamina cuatro veces más que la ciudad. Y Punto. Y esto es, además de falso, especialmente peligroso, sobre todo para la lucha por el medioambiente y para la emergencia climática. Ocasión tienen de verificar lo que quieran antes de contar a los cuatro vientos los disparates e infundios que sueltan. Pero, lejos de eso, en lugar de hablar con Puerto y Aeropuerto de Barcelona, ni les comentaron que iban a hacer semejante rueda de prensa.

Las empresas y los profesionales logísticos han de tener claras estas tremendas faltas de respeto y estar más que atentos, porque, además, los políticos quieren meterse más en nuestro mundo. Ellos van a explicarnos, a través de una mayor presencia en los consejos de administración, cómo se hace esto. Pocas, muy pocas cosas, funcionan de forma casi óptima en este santo país, los puertos y la logística son una de ellas. Ese logro, que ha costado tantísimo, se pondrá en peligro si no nos defendemos de quienes se supone que han de defendernos. Atentos.