Algeciras resiliente, Algeciras productiva
Si algo ha quedado claro durante este año largo que llevamos de pandemia es que estar conectados ha sido, es y será fundamental. La gran mayoría (porque siempre hay el que está feliz de la vida en su soledad #respect) hemos echado de menos estar con los demás, compartir la vida y disfrutar de los pequeños lujos que cada cual puede permitirse. La resiliencia se ha convertido en la palabra clave y sus efectos se han sentido en todas las facetas de nuestra vida porque nos hemos tenido que adaptar (rápido y bien).
- 10 mayo 2021 01:00
- Última actualización
07 mayo 2021 16:06
Esta misma sensación de resiliencia sí o sí, la he visto exigida en instituciones y entidades que, con sus limitaciones voluntarias e impuestas, han generado conversación social, empatía, frustración y odio, en porcentajes tremendamente desconcertantes, todo hay que decirlo. Los Puertos (en mayúscula, porque hablo de las administraciones que han liderado las iniciativas para ayudar a sus comunidades portuarias a sufrir menos el envite de la COVID) han sido -y son- ejemplo de entidades a las que se les ha puesto a prueba.
“Esenciales” cuando interesó y ahora a la espera de que las vacunas lleguen a sus profesionales, los mismos que se partieron la cara para que todas y todos tuviéramos lo que necesitábamos en las semanas más aciagas de la crisis sanitaria... buf, me enciendo, sigo, han querido empujar al crecimiento económico del país utilizando para ello las herramientas a su alcance: su trabajo, su conectividad, su eficiencia y su capacidad de diversificación. Porque, por mucho que les pese a algunos, los puertos españoles son referentes internacionales, aparecen en los ránkings en posiciones destacadas y no solo en lo que tiene que ver puramente con el movimiento de mercancías, sino en asuntos como la protección medioambiental, la investigación científica e innovación aplicada a la actividad, la conectividad y la productividad.
En un mundo en el que el minuto cuenta y las escalas se cronometran a euro/dólar, poder demostrar que tu gente es eficiente, productiva, excelente, no es baladí
Un ejemplo: el Puerto de Algeciras se ha confirmado en el TOP 10 de los puertos con más productividad del mundo (¡del mundo! no de aquí de España, no de la Unión Europea, no de Europa, del mundo). El índice Container Port Performance Index, del Banco Mundial e IHS Markit, subraya además que el enclave andaluz es el primero en el ámbito europeo.
Tampoco es tan importante ser el décimo en productividad... What?! A ver, señores que arremeten contra los puertos como si fueran el Doctor Doom, una infraestructura portuaria de contenedores eficiente y de alta calidad es un factor clave, estratégico, para el crecimiento de un territorio, garantiza la continuidad del negocio empresarial y facilita la resiliencia de las cadenas de suministro a las que atiende como nodo logístico de primer orden que es. En un mundo en el que el minuto cuenta y las escalas se cronometran a euro/dólar, poder demostrar que tu gente es eficiente, productiva, excelente, no es baladí.
Luego podemos hablar (gritar está feo, así de primeras) sobre lo que le falta a Algeciras para poder ser más y mejor: la conectividad terrestre. Pero ahí está el Plan Hércules, “un conjunto de iniciativas que tienen por objetivo impulsar las cadenas de valor regionales y el desarrollo de las relaciones comerciales con la vecindad Sur de la Unión Europea a través del puente intercontinental Europa-África que representa el Puerto Bahía de Algeciras”, explica su presidente, Gerardo Landaluce. La autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza (Ramal Central de los corredores Mediterráneo y Atlántico) cuenta con una inversión de 100 millones de euros del MITMA y el proyecto incluye la adecuación y modernización de la vía Algeciras-Bobadilla. Así que, podemos esperar cosas buenas para los próximos años. Confiemos.