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¿Con qué vamos a brindar esta Navidad?

  • Última actualización
    29 abril 2024 05:20

Para todos los descreídos del cambio climático y de la urgente necesidad de tomar cartas en el asunto, un caso práctico: Freixenet y su ERTE para 615 empleados, el grueso de su plantilla, por fuerza mayor.

La sequía, esa de la que nos hablaron (y mucho) el año pasado los transportistas en el marco de Fruit Logistica, está haciendo estragos en los grupos vitivinícolas del Penedès hasta el punto de que la compañía de “las Burbujas” se ha visto en la necesidad de reducir plantilla. Freixenet ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo que se activará en unos días (tras el Ok administrativo). “La medida, implementada como un ejercicio de responsabilidad, tiene como objeto garantizar la operatividad del negocio y preservar la empleabilidad para poder hacer frente a causas externas y de fuerza mayor provocadas por la grave sequía”, señaló la compañía.

Lo más aterrador es que esta medida se produce después de que el grupo alemán al que pertenece la firma cerrara un 2023 de récord de ingresos: 1.230 millones de euros, un 4,1% más que el año anterior. Ya ni que la demanda de cava esté en auge ni el obtener beneficios te libran de tener que tomar este tipo de decisiones ante la imposibilidad de cumplir con los pedidos...

Y ojo que esta situación no es exclusiva de Freixenet. El Consejo Regulador del Cava alertó acerca del impacto de la sequía sobre la producción hace un mes. Las reservas de los grupos productores se están viendo afectadas y, con ellas, toda la cadena de valor de este sector productivo, incluido el eslabón logístico. Por cierto, en este escenario, obviamente se prevén precios más altos de las botellas de cava. ¿Se incrementarán las importaciones? ¿Con qué brindaremos este año en Navidad?

¿A quién queremos engañar? No se puede empezar la casa por el tejado. La triple sostenibilidad es vital. Vital

Mientras llega ese puente, y sin dejar de lado los efectos del cambio climático, me permito recuperar las palabras de Rafael Egea, secretario de la Comisión Estatal de Prevención de Coordinadora y coordinador de Seguridad y Salud Laboral a nivel europeo, al que entrevistaba mi compañero Raúl Tárrega hace unos días. En un momento en el que las olas de calor aumentan, año tras año, “desde Coordinadora se mantiene un contacto permanente con las terminales para establecer protocolos de actuación en situaciones en las que se emiten alertas naranjas o rojas por motivo de altas temperaturas”, recordaba Egea.

Hace unas décadas estas situaciones no se hubieran ni planteado. Hoy son de urgente coordinación en las empresas porque, cada verano, se suceden golpes de calor, desmayos y largos periodos del día en los que no se puede (literalmente) trabajar en la carretera, la calle, el muelle, la base de contenedores o la obra, lo que, por otro lado -y además-, impacta en la productividad del servicio que se ofrece.

Si la realidad, la nuestra no la de nuestros abuelos, es ésta, habrá que lidiar con ella, comenzar a adecuar los procedimientos de trabajo para salvaguardar la vida del personal -sobre todo, si escasea- e innovar para no perder competitividad.

Los puertos mediterráneos tendrán que afrontar este nuevo desafío, como también tendrán que hacer lo propio los del norte de Europa. Aquí no se libra nadie. Las empresas portuarias, marítimas, logísticas, etc. están invirtiendo en ser más verdes y reducir sus emisiones, pero si el resto no se suma a la batalla... “En el mundo del transporte por carretera apostamos por la electrificación, pero descarbonizar no es solo electrificar”, recordaba Carmelo González, presidente del CNTC. ¡Cuánta razón! Además, ¡si no tenemos suficientes infraestructuras de recarga! ¿A quién queremos engañar? No se puede empezar la casa por el tejado. La triple sostenibilidad es vital. Vital.